Si llegamos a Cambados atraídos por su monumentalidad: La Plaza de Fefiñáns, las ruinas de Sta. Mariña, etc.; podemos además, con unos buenos zapatos o sandalias ahora que llega el verano, dar un agradable paseo desde el mismo centro, la Plaza do Concello, justo frente al mar y dirigirnos por el paseo marítimo hacia Santo Tomé do Mar.
En breve llegaremos a este barrio mariñeiro y, siempre siguiendo la orilla, alcanzaremos la pasarela de piedra que nos da acceso al islote de San Sadurniño donde se encuentran, erguidos y vigilantes, los restos de la torre medieval de vigía del mismo nombre.
Ya en el islote y a nuestro frente, las playas y marismas de la desembocadura del Umia, las arenas del fecundo Serrido, más al fondo, estirando la vista, el istmo de A Lanzada, más cerca, la Isla de A Toxa y al fondo de la Ría, la Isla de Sálvora.
Todo un regalo para nuestros ojos con un simple vistazo y girando un poco la cabeza. Luego del paseo, el ejercicio resulta de lo más completo.
Ya de vuelta, recorreremos las callejuelas de Santo Tomé volviendo hacia Cambados, donde si es buena hora y se os ha abierto el apetito, el Pósito de pescadores o Cofradía, frente a la Plaza de Abastos, es un buen lugar para tomar un aperitivo o comer si se tercia: copa generosa de vino Alvariño con su tapa del día 1.50 €.
Mariscada para dos (pasar antes para encargar), botella de Alvariño incluida , con navajas, almejas, centollo y zamburiñas , 50€.
Si todavía no conocéis Cambados, acercaros el fin de semana, y si ya lo conocéis, ¡repetid!
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